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Acto de reparación: remodelado Gimnasio Municipal de Quillota pasó a llamarse “Alcalde Pablo Gac Espinoza”

El ex dirigente deportivo y funcionario de Indap fue hecho desaparecer en pleno ejercicio de su cargo de alcalde, en el falso Asalto a la Patrulla.

Luego del acuerdo alcanzado a comienzos de junio por el Concejo Municipal, a propuesta del alcalde Luis Mella Gajardo, esta semana el Gimnasio Municipal de Quillota fue nombrado oficialmente como “Alcalde Pablo Gac Espinoza”, en recuerdo del jefe comunal y ex dirigente deportivo, quien fuera hecho desaparecer por agentes del Estado en 1974, en el falsamente llamado Asalto a la Patrulla.

El recinto fue sometido a su primera remodelación desde su inauguración, en la década de 1960, con una inversión de más de 100 millones de pesos, provenientes de fondos gubernamentales y también municipales. Esto permitió reemplazar el piso por una moderna carpeta, construir baños y accesos para personas en situación de discapacidad, mejorar los baños ya existentes, habilitar oficinas, reparar algunos problemas estructurales en el techo y la gradería, pintar e instalar señalética.

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Finalizados los trabajos -y en una ceremonia breve y de aforo acotado- la Municipalidad invitó a la familia del ex alcalde Pablo Gac, para oficializar el nombramiento del recinto. Asistieron su viuda Rosa Becerra, dos de sus tres hijos -Juan Carlos y Pedro Pablo Gac Becerra- y su nieto Gabriel Gac, además de Javier Hernández, funcionario de la Dirección de Deportes Municipal y amigo personal del desaparecido ex jefe comunal.

Al acto asistieron, además, el alcalde Luis Mella y el alcalde electo Óscar Calderón, la concejala electa Daniela Cisternas y funcionarios municipales. En la ocasión, se leyó la biografía de Pablo Gac Espinoza y el decreto alcaldicio que autoriza el nombramiento del Gimnasio. Luego, fue descubierto el cartel principal junto a la cancha, con el nuevo nombre del recinto y el alcalde Luis Mella entregó una copia enmarcada del decreto a Rosa Becerra, viuda de Gac.

Además, hicieron uso de la palabra el alcalde Mella, para entregar detalles del homenaje y el profesor Pedro Pablo Gac, hijo del ex jefe comunal, víctima de la dictadura, quien agradeció el homenaje a nombre de su familia. Finalmente, ambos descubrieron una placa conmemorativa, que quedó instalada junto al acceso principal del remodelado Gimnasio Municipal “Alcalde Pablo Gac Espinoza”.

“Orgulloso de ser quillotano”

Concluida la ceremonia, Pedro Pablo Gac Becerra, visiblemente emocionado, manifestó que “estoy feliz, muy agradecido del Concejo Municipal de que le hagan este homenaje póstumo a mi papá. Muy contento, agradecido y creo que interpreto a mi familia y a la comunidad en general de Quillota. Valió la pena esperar tantos años por este lugar que es tan propio de mi papá. Aquí él desarrolló su labor deportiva, humana y me habría encantado estar con tantas personas que a él lo conocieron”.

El hijo del ex alcalde Gac, quien tenía solo cinco años al momento de la desaparición forzada de su padre, agregó que “yo lo conocí tan poquito, pero me siento orgulloso de ser quillotano, de ser de una ciudad que ha entregado un acto de amor y de justicia. Yo creo que las divisiones políticas, esas cosas, ya no tienen sentido en el mundo actual. Lo que tenemos que luchar es por un Quillota unido y próspero, eso es todo, lo más importante. Así que muchas gracias, honestamente”.

Acto de reparación y justicia

Por su parte, el alcalde Luis Mella Gajardo valoró el haber podido cumplir con este esperado homenaje a Pablo Gac Espinoza, señalando que “mi corazón está mucho más en paz, porque esta era una deuda de esas que te marcan. Hace muchos años lo veníamos hablando con la Agrupación ‘Antonio Llidó’ y con otras que me habían planteado este tema. Lo encontraba de absoluta justicia y lo que nos faltaba era ponernos de acuerdo de qué lugar, para que existiera acuerdo en el Concejo también. Habíamos hablado de la Plaza de Los Ceibos, de alguna otra plaza, habíamos pensado en el polideportivo futuro y cuando vine a ver lo hermoso que estaba quedando el Gimnasio Municipal, me pareció que siendo el equipamiento deportivo del básquetbol y del vóleibol más importante de la ciudad, era un lugar ideal para que llevara el nombre de Pablo Gac”.

El jefe comunal quillotano señaló que este acto, acordado con el Concejo Municipal y la Dirección de Deportes, hace -en parte- justicia con el ex alcalde y las demás víctimas del falso Asalto a la Patrulla. “Los concejales mayoritariamente apoyaron con todas sus fuerzas y hoy día hemos entregado el decreto alcaldicio, hemos estado con su familia y tengo esa sensación del alma de haber hecho justicia y de haber hecho un gesto de reparación. Es horrible lo que pasó con el alcalde Pablo Gac. Nada jamás va a poder justificar la violencia ni la violación de los derechos humanos. Nunca. Nada. No hay argumentos. A ellos los hicieron desaparecer y la historia, la justicia y la investigación de entidades especiales en derechos humanos, como la Comisión Rettig, llegó a la conclusión de que habían sido eliminados. Por lo tanto, aquí lo único que cabía era que el pueblo quillotano rindiera un homenaje, reparara e hiciera justicia y eso es lo que hicimos hoy día”, expresó el doctor Luis Mella.

Pablo Gac Espinoza fue un destacado deportista, dirigente sindical y político, presidente del Concejo Local de Deportes de Quillota, funcionario de Indap, regidor y alcalde de Quillota, electo democráticamente por el Partido Socialista en el año 1971. Durante su mandato se produjo el Golpe de Estado que derrocó al Gobierno del Presidente Salvador Allende y él fue perseguido y detenido sucesivas veces. La madrugada del 18 de enero de 1974, cuando era trasladado junto a otros prisioneros entre los dos regimientos de Quillota, los militares simularon un asalto al convoy militar, asesinando a seis dirigentes sociales y políticos, y haciendo desaparecer al alcalde en ejercicio Pablo Gac Espinoza, al abogado de la Corporación de Reforma Agraria Rubén Cabezas y al dirigente campesino Levi Arraño. Las investigaciones posteriores han determinado que los tres fueron ejecutados y lanzados al mar.

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