Sindicato de Pichicuy se reunirá esta semana con Minera Las Cenizas por medidas frente a posibles nuevos escurrimientos
Se trata de una instancia largamente solicitada por la organización, para conocer en detalle las medidas preventivas que se están tomando desde la compañía, ante el riesgo latente de nuevas lluvias intensas que puedan generar episodios de contaminación en la zona

A casi un año del escurrimiento de relave ocurrido en junio de 2024 desde la Planta Cabildo de Minera Las Cenizas hacia la quebrada Rincón del Chinchorro —cuyo curso llega hasta la bahía de Pichicuy— el Sindicato de Pescadores Artesanales de la localidad sostendrá este martes una reunión clave con la gerencia de Medio Ambiente de la compañía, para exigir claridad sobre las medidas que se han adoptado para evitar que un episodio similar se repita durante este invierno.
Se trata de una instancia largamente solicitada por la organización, para conocer en detalle las medidas preventivas que se están tomando desde la compañía, ante el riesgo latente de nuevas lluvias intensas que puedan generar episodios de contaminación en la zona; pues se trata de una localidad que vive principalmente de la pesca artesanal y el turismo.
Cabe recordar que el 13 de junio del año pasado, el escurrimiento de residuos mineros se originó por una falla estructural producto de las precipitaciones. Según señaló en ese entonces la Superintendencia del Medio Ambiente (SMA), las lluvias sobrepasaron el nivel del muro de contención del proyecto minero, lo que provocó que el terreno colapsara, filtrando el material por la quebrada, desembocando en el Río La Ligua.
La SMA señaló en su resolución que la empresa no contuvo la emergencia de manera adecuada, lo que permitió que el relave alcanzara ambas orillas del río, dejando un rastro de contaminación en la localidad de Pichicuy. Este evento habría repetido el mismo trayecto, según la comunidad, que habría ocurrido en 1987 durante el temporal del mes de agosto, donde describen un escurrimiento que generó graves consecuencias para el ecosistema marino de la bahía.
Viterbo Ibacache, presidente del Sindicato de Pescadores Artesanales de Pichicuy, señaló al respecto que “esta reunión con la empresa es necesaria. Después de lo que vivimos el año pasado, no podíamos quedarnos esperando una respuesta. Como pescadores sabemos lo que está en juego cuando ocurren estos escurrimientos: no solo se afecta el mar, se afecta nuestra fuente de trabajo, nuestras familias y el futuro de la caleta. Hoy estamos más organizados y queremos resultados concretos, no promesas. La recuperación del fondo marino ha costado décadas y no vamos a permitir que se retroceda”.
Mientras que Felipe Olea, abogado del Sindicato, enfatizó en que “valoramos que la empresa haya accedido a reunirse con el sindicato para abordar esta situación. Nos parece un paso necesario, especialmente considerando la preocupación legítima de los pescadores por el daño que generó el escurrimiento del año pasado, teniendo en cuenta, además, que existe un riesgo latente de que un episodio similar se repita. Vamos a continuar monitoreando de cerca las medidas comprometidas por la empresa y exigiendo que se informe con claridad qué se ha hecho para evitar que esto vuelva a ocurrir. Lo que está en juego aquí no es solo la protección ambiental, sino también la seguridad de una comunidad que depende directamente del mar para sobrevivir”.