Liceo Santiago Escuti Orrego celebró 135 años de historia con emotivo reconocimiento al bisnieto de su fundador
La comunidad educativa conmemoró un nuevo aniversario con la presencia del alcalde Luis Mella, autoridades comunales, exalumnos destacados y el bisnieto de Santiago Escuti Orrego, en una ceremonia marcada por la historia, el talento artístico y el orgullo institucional.

El Liceo Santiago Escuti Orrego celebró sus 135 años de vida con una ceremonia llena de emoción y tradición, donde la comunidad educativa rindió homenaje a su historia y a quienes han sido parte fundamental de ella. El evento contó con la presencia del alcalde Luis Mella, autoridades locales, exalumnos destacados y familias del establecimiento.
Uno de los momentos más significativos fue el reconocimiento al bisnieto del fundador, Jorge Escuti Vergara, quien ha mantenido vivo el legado de su bisabuelo a través de la recopilación histórica y literaria del establecimiento.
“He quedado profundamente impresionado por la ceremonia, por la calidad artística y por la profundidad de los discursos. Mi bisabuelo estaría muy orgulloso de la conducción que hoy tiene este liceo, porque promueve una educación integral que recoge sus valores y principios”, señaló el bisnieto del fundador.
La jornada incluyó la presentación de la Banda de Guerra del Liceo, que interpretó el Himno Nacional y el himno institucional, coreado con emoción por los asistentes. También se lució la Big Band de la RedQ y un grupo de estudiantes que presentó danzas latinoamericanas, resaltando la identidad cultural del establecimiento. Una docente, además, realizó un recorrido histórico por la vida y legado de Santiago Escuti Orrego.
Durante el acto conmemorativo, el Centro General de Padres y Apoderados entregó un significativo reconocimiento al establecimiento, además de una placa conmemorativa por los 135 años de trayectoria del Liceo Santiago Escuti Orrego, destacando su aporte a generaciones de estudiantes y su vigencia como referente educativo en la comuna.
Historias que inspiran desde las aulas
Durante la ceremonia, el liceo distinguió a exalumnos que representan el espíritu de superación y excelencia que caracteriza a la institución. Entre ellos, la arquitecta Aura María Alvarado de la Universidad Técnica Federico Santa María, exestudiante venezolana que cursó su cuarto medio en el establecimiento y que hoy es profesional titulada gracias a su esfuerzo y al apoyo de sus profesores.
“Para mí fue una sorpresa enorme recibir este reconocimiento. Profesores del liceo creyeron en mí cuando no tenía cómo pagar un preuniversitario. Me apoyaron con material, con orientación, con cariño. Hoy soy arquitecta gracias a ese compromiso”, expresó emocionada.
Sobre su mensaje para los estudiantes, agregó “a los jóvenes les digo que no se rindan. Si no ven horizontes, que los creen. Sí se puede llegar a la educación superior con esfuerzo, disciplina y organización”.
Una comunidad que honra su pasado y proyecta su futuro
La directora del establecimiento, Siomara Tapia, destacó el sello humano y formativo que el liceo ha construido a lo largo de más de un siglo.
“La presencia del bisnieto del fundador nos permite conectar la historia con nuestro presente. Él ha aportado valioso material para seguir fortaleciendo la memoria del liceo. También homenajeamos a exalumnos de distintas generaciones, incluido el exalumno más longevo de la ciudad, don Francisco Manso Murúa, de 100 años”, señaló.
El alcalde Luis Mella, exalumno del establecimiento, compartió palabras cargadas de emoción y memoria.
“Yo estudié aquí, jugué aquí, soñé aquí. Cuando les conté que quería ser médico, muchos dijeron que era imposible. Pero tres compañeros entramos a medicina desde este liceo. Por eso mi mensaje es que crean en sus sueños y se la jueguen por hacerlos realidad”.
El jefe comunal también recordó que uno de sus compañeros presentes en la ceremonia, el doctor Garo Abde, es parte de esa historia de esfuerzo colectivo que define al liceo.
El aniversario 135 del Liceo Santiago Escuti Orrego fue una oportunidad para reafirmar su compromiso con la educación pública, la equidad, la cultura y la formación integral. La ceremonia, cargada de simbolismos, música y reconocimiento, dejó en evidencia que la historia del establecimiento sigue viva en cada estudiante, docente y exalumno que ha pasado por sus aulas.
El legado de Santiago Escuti Orrego continúa inspirando a las nuevas generaciones, que mantienen vigente el espíritu de una institución que ha aportado decididamente al desarrollo educativo y cultural de Quillota.





