Impugnación de paternidad en Chile: más de 4 mil demandas revelan vacíos legales
Entre 2020 y 2024 se ingresaron 4.231 demandas en tribunales. Expertos advierten que el sistema actual dificulta la corrección de errores en la filiación legal.
El creciente número de demandas por impugnación de paternidad en Chile ha puesto en evidencia las limitaciones del marco legal vigente. Según datos del Poder Judicial, entre 2020 y 2024 se registraron 4.231 acciones judiciales para revertir paternidades legales que no tienen vínculo biológico. De estas, 3.360 fueron acogidas, 865 rechazadas y solo 6 admitidas parcialmente.
A pesar de que el Código Civil chileno establece que esta acción puede ejercerse dentro del año siguiente a conocer los hechos que permiten impugnar la filiación, la jurisprudencia actual tiende a aplicar este plazo de forma restrictiva, contándolo desde el momento del reconocimiento y no desde que se accede a la verdad biológica.
La abogada Natalia Reyes Inostroza, especialista en derecho de familia, advierte que este enfoque es problemático:
“El sistema no puede seguir presuponiendo que todas las dudas deben resolverse en el primer año de vida del niño. Eso es desconocer la complejidad de los vínculos afectivos, familiares y sociales que muchas veces impiden, o simplemente postergan, la acción legal”, señala.
La profesional explica que el concepto de “interés actual”, que se utiliza como punto de partida para contar el plazo de impugnación, carece de una definición precisa. En muchos casos, la información biológica se conoce años después, ya sea mediante un test de ADN, revelaciones familiares o nuevas evidencias. “Impedir la impugnación en esos contextos no solo obliga a alguien a ejercer una paternidad que no le corresponde, sino que también vulnera el derecho a la identidad del hijo o hija”, agrega.
Otro punto clave es que la impugnación no es exclusiva del supuesto padre. También puede ser ejercida por terceros interesados en casos donde la filiación no está determinada. Reyes aclara que:
“Contrario a la creencia común, no se deja a un niño sin filiación, sino que queda con filiación indeterminada hasta que se resuelva judicialmente”.
El alto número de demandas en el último quinquenio revela la urgente necesidad de reformar la legislación. Para muchos especialistas, la impugnación de paternidad no debería ser una herramienta excepcional, sino un mecanismo accesible y justo para corregir errores, omisiones u ocultamientos en el reconocimiento de hijos e hijas.
La propuesta apunta no solo a modificar los plazos legales, sino también a establecer criterios judiciales más coherentes y flexibles, que consideren la realidad de cada caso y garanticen el respeto al derecho a la identidad de niños, niñas y adolescentes.
