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Asistentes de la educación se despiden tras décadas de servicio dejando una huella profunda en la REDQ

Con una ceremonia cargada de emociones, la comunidad educativa reconoció la trayectoria y legado de cinco asistentes de la educación que dedicaron su vida al servicio público, marcando generaciones desde el compromiso, el cariño y la vocación silenciosa.

La Red de Educación Municipal de Quillota entregó un reconocimiento a cinco funcionarios y funcionarias asistentes de la educación que culminan su vida laboral tras extensas trayectorias dedicadas a la educación pública. Se trata de Luis Vega (22 años), Laura Arancibia (37 años), Roxane Molina (28 años), Isabel Ramírez (17 años) y Mario Saavedra Jiménez, quien suma casi 45 años de servicio en distintos establecimientos.

Desde la organización del Departamento de Educación destacaron que cada uno de ellos ha sido una parte esencial de las escuelas, muchas veces en silencio, pero siempre con generosidad y humanidad. Subrayaron que, con cada tarea realizada con esmero y cada gesto de respeto, contribuyeron a construir escuela, comunidad y afecto.

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Uno de los momentos más emotivos y festivos de la ceremonia fue la presentación de Isaías Morales, finalista del programa The Voice Chile 2022 y exintegrante del Team Yuri. Con su voz potente y llena de sentimiento, Morales interpretó grandes éxitos de la música en español, generando un ambiente cargado de emoción y nostalgia.

Para muchos de los homenajeados, las canciones interpretadas por Morales evocaron momentos clave de su vida. Fue el caso de don Mario Saavedra, quien se conmovió al escuchar “El primer beso”, canción que marcó el inicio de su relación con su esposa en 1977.

La participación de Isaías Morales fue un regalo simbólico para los asistentes, un gesto que conectó pasado y presente a través de la música, y que dio un tono aún más cálido a la ceremonia.

Voces que dejan huella

Mario Saavedra Jiménez: Una vida junto a la educación pública.

De los cinco homenajeados, Mario Saavedra Jiménez representa una historia profundamente ligada a la transformación del sistema educativo chileno. Comenzó su trabajo en tiempos del Ministerio de Educación, antes del traspaso a las municipalidades, siendo uno de los últimos funcionarios activos con esa trayectoria.

“Mire, en realidad yo cumplí casi 45 años de servicio. Soy uno de los últimos, creo ya, que fui traspasado a la educación municipal porque yo inicié cuando era en el ministerio. Entonces, en el ministerio tuve 5 años y ahí ya llegó el traspaso a la municipalidad así que de ahí ya empecé a hacer ya educación municipal. Sí, mi historia es bien emotiva para mí… Primero ingresé a la Escuela N°1, donde hice mi educación básica de 5º a 8º y donde fui el primer auxiliar ahí llegando a la escuela y bien recibido porque todavía quedaban profesores que me hicieron clase a mí ahí. Y después en la escuela 1 estuve casi 3 años y medio” relata con nostalgia.

Más tarde fue destinado a la Escuela Especial de Los Paltos la que recién estaba siendo entregada recordó Jiménez, donde no solo cumplió tareas operativas, sino que asumió un rol formativo con los estudiantes. “Ahí estuve aproximadamente 15 años, donde tuve una buena experiencia porque fuera de ser auxiliar de servicio, trabajé con los niños. Ya yo me preparé para ser jardinero, jardinería y paisajismo. Entonces, como ellos sabían, yo tuve que trabajar con los niños también enseñándoles a cortar el pasto, a hacer plantitas, todas esas cosas”.

Tras 15 años allí, fue trasladado al Liceo Comercial, donde permaneció más de dos décadas. Paralelamente, durante 25 años fue dirigente nacional de los asistentes de la educación, lo que le permitió recorrer el país, conocer realidades diversas y representar a sus colegas en instancias de defensa laboral y diálogo institucional. “Aprendí leyes, defendí a muchos compañeros, y eso me marcó. Después volví al liceo, donde siempre me recibieron con respeto y cariño”.

La ceremonia de despedida también tocó fibras íntimas. “Me emocioné mucho cuando sonó la canción El primer beso, de Dyango. Esa canción fue parte de mi historia con mi esposa… la conocí en 1977 con esa música de fondo. Hoy llevamos casi 48 años de matrimonio. Estar aquí con mis hijos, que vinieron del sur, fue un regalo que no olvidaré”.

Roxane Molina: De ayudante de laboratorio a referente de gestión escolar

Otra de las homenajeadas, Roxane Molina, compartió un testimonio lleno de gratitud y superación. Ingresó al sistema municipal en 1997 como ayudante de laboratorio en el Liceo Santiago Escutia Orrego, y culminó su carrera como secretaria académica de la Escuela Superior N°1.

“Partí desde abajo, como una simple ayudante. Nunca imaginé que llegaría hasta acá, pero me esforcé, aprendí, me formé, y lo logré. Estoy muy orgullosa del camino recorrido”, comentó.

Su nombre quedó grabado en la memoria de cientos de estudiantes, muchos de los cuales hoy son adultos que aún la llaman la tía Roxy. “Que te recuerden con cariño tantos años después es una satisfacción enorme. Hay exalumnos que me cuentan que tienen hijos, que se acordaban de mí por algo que dije o hice… eso no tiene precio”.

Además, Roxane destacó el rol clave que jugó el Departamento de Educación en su proceso: “Siempre estuvieron ahí. Me apoyaron cuando lo necesité, creyeron en mí. Para llegar lejos, como yo, hay que amar lo que uno hace. Si no amas lo que haces, no hay formación ni desarrollo posible”.

Agradecimientos desde el Departamento de Educación

El director del DAEM, Marcelo Berenguela, expresó su agradecimiento por el compromiso demostrado durante años por los funcionarios homenajeados. 

“Quiero agradecer el trabajo y la labor que han hecho durante mucho tiempo los colegas asistentes de la educación, que no tan solo brindan el trabajo diario que hacían en la escuela, que es sumamente importante para que la escuela funcione, sino que también son parte de la formación de nuestros estudiantes. Y ese es un valor agregado, nuestros asistentes son súper cercanos  y también le entregan esa formación en valores a cada uno de nuestros niños y niñas” expresó el director.

También agradeció el compañerismo y la humanidad que siempre mostraron. “Agradecer el compañerismo que han tenido con los demás actores de las comunidades educativas. Por eso es tan emotiva esta ceremonia, porque se va parte de nuestra vida en estos funcionarios que ya no van a estar trabajando con nosotros. Así que por eso les deseo todo lo mejor en esta nueva etapa que empiezan a vivir, que lo disfruten, que disfruten a su familia y los espacios que hoy día van a tener para poder seguir disfrutando la vida”.

Los homenajeados

Luis Vega – 22 años de servicio | CEIA Dr. Alejandro Vásquez Armijo

Laura Arancibia – 37 años de servicio | Colegio Canadá

Roxane Molina – 28 años de servicio | Escuela Superior N°1

Mario Saavedra Jiménez – Casi 45 años de servicio | Liceo Comercial

Isabel Ramírez – 17 años de servicio | Colegio Canadá

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