Académico de la PUCV explica la importancia de las típulas y porqué se confunden con zancudos gigantes
Son completamente inofensivos y su presencia se extiende hasta el fin de la primavera.
De seguro que en más de una oportunidad se ha topado al interior de su casa con una especie de zancudo bastante llamativo por su tamaño, sobre todo ahora que las temperaturas comienzan a ser más altas.
Si bien parece un zancudo de aspecto amenazante, la típula, como se le conoce en el reino animal, es todo lo contrario. Su vuelo lento y pausado, provoca que por lo general se desoriente y terminen dentro de nuestra casa, pero en realidad este insecto sólo va en busca del néctar de las flores.
Así lo confirma el biólogo y docente del Instituto de Biología de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, Sebastián González, quien señaló que “en esta época es normal ver a estos individuos que parecen zancudos, pero no lo son. Son los llamados tipúlidos o típulas y pertenecen a la familia de los dípteros, por eso su parecido a los zancudos. Dentro de los dípteros, uno de los grupos que aportan mayor diversidad dentro de los insectos, también se encuentran las moscas, mosquitos y zancudos entre otros”.
El biólogo de la PUCV agregó que “no son zancudos, porque no se alimentan de sangre como ocurre con las hembras de la especie que son hematófagas. Por el contrario, las típulas, tanto macho como hembra, se alimentan del néctar de las flores y son totalmente inofensivas. Funcionan como reguladores del medio ambiente y generan muchas interacciones entre ellos y las plantas”.
Para Sebastián González no es extraño que las típulas aparezcan en esta época del año, ya que coincide con la llegada de la primavera y la floración de las plantas. “El aumento de las temperaturas está asociado a la mayor floración de las plantas y provoca la aparición de las típulas. Comienzan a aparecer a finales de otoño y su presencia se extiende hasta el final de la primavera, tiempo en el cual se aparean y reproducen para dejar descendencia para la próxima temporada”, detalló el especialista.
¿Qué hacer?
Como señaló anteriormente el biólogo Sebastián González, las típulas son completamente inofensivas. “La gente piensa que al parecer un zancudo grande va a picar más fuerte, pero es todo lo contrario, sólo tienen beneficios para el medioambiente., ya que funcionan como polinizadores. Lo importante es no matarlos y si se ve uno en la casa se pueden abrir las ventanas y guiarlos hacia afuera, ya que poseen un vuelo bastante lento, a diferencia de los zancudos o moscas”.