Mesa de la Sal da paso clave en Quintero: definen metodología de monitoreo y valoran hito inédito de participación comunitaria

La Mesa de la Sal, Comité Técnico de Seguimiento de la Salinidad del Mar, tuvo este miércoles su segunda sesión formal, marcando un hito en el proceso de monitoreo ambiental del vertimiento de salmuera asociado a las operaciones de la planta desaladora de Aguas Pacífico, que se estableció en la comuna de Quintero. Se trata de un acuerdo histórico, pues por primera vez empresas y pescadores realizan muestreos conjuntos en la bahía. 

Durante la jornada, se definió la metodología que será utilizada para la campaña de invierno, estableciendo puntos de muestreo en zonas cercanas y lejanas al punto de vertido, con el objetivo de evaluar la dispersión y dilución de la pluma salina. La instancia fue valorada como un avance clave por los participantes, quienes destacaron el carácter inédito de esta mesa.

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“Estamos muy conformes, este es un hecho histórico, un hito que estamos cumpliendo. Este convenio tiene un componente ambiental súper potente que no se había visto antes. Ahora, con esta segunda reunión, ya estamos definiendo metodología y dándole una robustez tremenda a los datos que vamos a levantar”, señaló Hugo Poblete, presidente de la Federación Bahía Narau de Quintero y Puchuncaví. En esa línea, el dirigente añadió que “nunca antes habíamos tenido la posibilidad de participar directamente en los muestreos, y eso también nos da tranquilidad sobre la transparencia del proceso”.

En tanto, Patricio Sepúlveda, director del proyecto de la planta procesadora multipropósito de los pescadores de Bahía Narau, señaló que “este es un instrumento que se acordó para que la salinidad de la bahía no se vea alterada por el funcionamiento de la desaladora de Aguas Pacífico. Nos sentimos orgullosos y seguros de que el acuerdo alcanzado en el año 2023 no solo significará un tremendo aporte para la pesca artesanal de la región, sino que también contribuirá a la lucha por un medio ambiente libre de contaminación”.

El presidente del comité, Humberto Díaz, académico de la Universidad de Valparaíso, explicó que el diseño metodológico busca responder preguntas clave: si la pluma salina afecta la zona costera, cómo se comporta mar adentro y si llega a las áreas de manejo de recursos bentónicos (AMERB). “Es importante que la comunidad participe para asegurar la transparencia del proceso. Si no hay impacto, debe quedar claro con evidencia recogida junto a ellos”, señaló el experto tras la sesión. 

Por su parte, Iván Sola, del Hub Ambiental de la Universidad de Playa Ancha, detalló que se propuso una metodología estandarizada de monitoreo a nivel internacional: “Estudiaremos cómo se comporta la pluma de salmuera desde el punto de vertido hasta su dilución en el tiempo y el espacio. Esto incluye una gradilla de puntos de observación tanto en campo cercano como lejano”.

Desde Aguas Pacífico, el director de Sustentabilidad, Jorge Sanhueza, valoró la participación activa de los sindicatos y el rol de las universidades. “Esta mesa es inédita en Chile. La ciencia es la que toma las decisiones. Nos estamos adelantando dos años al inicio de operación de la planta y seguiremos tres años después monitoreando. Eso nos da garantías a todos. Si bien confiamos en nuestros modelos, lo importante es demostrarlo con datos independientes, definidos por los mismos pescadores”, indicó.

La campaña de invierno será el primer hito técnico del seguimiento ambiental comprometido en el acuerdo firmado en 2023 entre Aguas Pacífico y la Federación Bahía Narau. Su ejecución está programada para agosto de este año, y contempla la toma de muestras en seis puntos de la bahía, proceso que se repetirá cada seis meses durante cinco años, acompañado de informes técnicos públicos y espacios de revisión abiertos, con el objetivo de garantizar transparencia y participación comunitaria en la fiscalización del ecosistema marino.