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Gestora de comedor solidario Antumapu deja su cargo tras acusar presiones desde el municipio

Municipalidad asegura que renuncia fue decisión propia y que los problemas fueron entre voluntarias.

Indignación existe entre la comunidad del sector Antumapu en Quillota tras conocerse la repentina salida de la gestora del principal comedor solidario en el lugar. Yessica Montenegro desde hace más de cinco años estuvo ayudando a los más necesitados del sector gracias a las donaciones de terceros y también a los aportes voluntarios de los propios vecinos. Denuncia haber recibido presiones para dejar su obra solidaria en manos del municipio.

“Venían pasando cosas muy extrañas, un día llegó el alcalde a encararme acusándome de ser una persona poco transparente y que quería que yo le rindiera mi trabajo y las donaciones que recibía. Le respondí que no me correspondía rendirle a la municipalidad porque ustedes no me ayudan. En ese entonces no recibíamos apoyo del municipio, esa ayuda llegó solamente los últimos meses”, explicó la afectada.

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Desde el municipio a través de un comunicado informaron que “lamentablemente, este viernes, tras cinco meses de labor, la gestora del comedor solidario de Antumapu decidió voluntariamente dejar de participar en esta iniciativa”, declaración que fue desmentida por la propia afectada, quien dice estar viviendo uno de sus peores momentos ya que habría sido desplazada de su cargo debido a reiteradas presiones desde el equipo municipal. “No hubo respeto por mi persona, ni menos por los 5 años que he trabajado ayudando a los más necesitados, se me pasó a llevar y no encuentro explicación de porqué lo han hecho. En otros comedores también ha pasado, cuando están armados y funcionando, el municipio llega y hace posesión del trabajo. No hay respeto para el dirigente que forma esto y menos por el esfuerzo de la propia comunidad que saca adelante estos proyectos solidarios ” comentó la ex gestora del comedor solidario Antumapu.

Con respecto a lo vivido las últimas semanas la afectada declaró que “se me ignoró el último tiempo, me enviaron a hacer cuarentena y cuando llegué, las cosas ya estaban funcionando de distinta manera. Fue una muy mala semana donde terminé afectada psicológicamente por las presiones. Las cosas que tenía en mi comedor solidario, que conseguimos con mucho esfuerzo y con donaciones, no me las quisieron entregar, el municipio me dijo que no podía llevarme nada porque el comedor debía seguir funcionando y esas cosas fueron donaciones de otras empresas y personas de hace muchos años atrás”, comentó Montenegro tras su abrupta salida del comedor solidario.

Salida voluntaria

En tanto, desde el municipio, aclaran que el Infocentro Antumapu, que es municipal, fue la instalación que estaba ocupando el comedor por un tema de seguridad, pues en la sede social de la población se produjeron robos. Además, los problemas habrían surgido cuando las voluntarias comenzaron a tener roces con la aludida.

“La señora Yassica  Montenegro comenzó a tener problemas personales con las demás voluntarias, algunas dificultades propias de esta dinámica. Su renuncia fue voluntaria, yo le pregunté muchas veces y le pedimos que lo pensara. Se le ofreció incorporarla al plan de empleo, al igual que a todas las voluntarias, como un reconocimiento. Los comedores son de la gente, nosotros solo hacemos un aporte sustancial. Eso nunca ha cambiado”, dice Jennifer Álvarez, trabajadora social de la Dirección de Desarrollo Comunitario del municipio quillotano.

Agregó que “ella se llevó todo lo que era suyo a su domicilio, fui yo quien la ayudé con el traslado de sus cosas”.

Sigue con su cruzada

Hoy Montenegro, ha logrado levantar un nuevo comedor solidario en su propia casa, todo con la ayuda de su familia, dice haber entregado cerca de 100 almuerzos por día y seguirá haciendo esta obra que tantas satisfacciones le ha traído. “Mi familia como apoyo juntó dinero y compraron mercadería para yo poder armar un nuevo comedor para los más necesitados, el trabajo con la comunidad es mi pasión y ellos lo saben. Seguiré trabajando y haciendo lo que más me gusta, que es ayudar a la gente”, finalizó Yessica Montenegro.

De momento el comedor solidario sigue funcionando con la colaboración semanal de la municipalidad de Quillota.

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