¿Hace ayunos prolongados? Sepa que saltarse comidas afecta el metabolismo y la concentración
Desde la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad de Playa Ancha enfatizan que mantener horarios regulares de comida permite que el organismo conserve un nivel constante de glucosa, energía y peso.
Si usted es de las personas que deja pasar mucho tiempo entre comidas o se salta algunas pensando que esto le ayudará a bajar de peso o a estar más saludable, se equivoca. Es muy importante tener tiempos determinados para alimentarse por una razón vital: nuestro metabolismo.
Así lo expresa Camila Henríquez, académica de Nutrición y Dietética de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad de Playa Ancha (UPLA), quien asegura que existe una relación íntima entre procesos metabólicos relacionados con la alimentación y nutrición, y los ritmos biológicos de nuestro organismo.
“A lo largo de los años se ha estudiado bastante los horarios de alimentación y la relación que tienen con la aparición de estos desórdenes metabólicos muy comunes hoy en día, que tienen que ver con la aparición de diabetes, de hipertensión y de dislipidemia, y que también guardan relación con las enfermedades cardiovasculares. Entonces, se ve que existe una interacción entre la alimentación, la nutrición y algo que desconocemos, que es el reloj circadiano, el reloj biológico que comprende alrededor de 24 horas. Cuando tenemos horarios y frecuencias de comidas regulares, podría constituir un factor importante para una mejor utilización metabólica y también la estabilidad incluso del peso corporal”.
La profesional subraya que establecer horarios de alimentación dentro del día, regulando tanto la cantidad (aporte calórico, distribución de macro y micronutrientes) como la calidad de la dieta en el marco temporal de las 24 horas, ayudaría a prevenir numerosos trastornos del organismo como la diabetes y enfermedades cardiovasculares.
Precisa que, en cuanto a la frecuencia, a la población en general se recomienda tener cuatro a cinco tiempos de comidas al día, cada 3 o 4 horas; por ejemplo desayuno en la mañana; almuerzo al medio día; once durante la tarde; y cena como la última comida del día; más una o dos colaciones, si existe más de 4 o 5 horas entre las comidas principales. Todo esto según las necesidades nutricionales individuales de cada persona.
Asimismo, recomienda que la última comida sea al menos dos horas antes de ir a dormir, pues ello favorecerá la digestión y el descanso.
Ahora, ¿qué pasaría si omito mis tiempos de comidas regularmente?
“Lo que hacemos es dejar nuestro cerebro sin glucosa, con lo cual vamos a disminuir la capacidad de concentración de nuestro cerebro. Esto sobre todo es súper perjudicial en el caso de los niños. Además, vamos a generar estos desórdenes metabólicos que posiblemente se vean más a largo plazo. Por el contrario, cuando nosotros tenemos estos horarios de alimentación más estructurados, cumplimos con nuestro desayuno, nuestro horario de almuerzo vamos a favorecer un estado nutricional normal, porque de esta forma también vamos a evitar llegar con hambre a la siguiente comida y vamos a evitar comer en forma compulsiva, lo que ciertamente provocará aumento de peso a largo plazo”, afirma Camila Henríquez.
Queda claro entonces que hacer ayunos prolongados no es recomendable. Sí lo será optar por una dieta suficiente, variada, equilibrada, ordenada y planificada.